Néstor Ojeda
Desde el principio del gobierno de la Cuarta Transformación se daba ya a la secretaria de Energía Rocío Nahle como la segura sucesora de Cuitláhuac García en la gubernatura de Veracruz; es más, ambos se encargaron de decirlo a propios y extraños en un pacto sucesorio cantado y anticipado.
Sin embargo, a tres años de gobierno de Morena en Veracruz las cosas han cambiado radicalmente por las respectivas gestiones de Nahle en la administración federal y de García en ese estado.
Hoy Veracruz vive un estado de descomposición producto de la desastrosa gestión de Cuitláhuac García que se ha caracterizado por el nepotismo y los abusos de autoridad que se cuentan por miles y que tiene su expresión máxima en el caso contra el secretario técnico de la Cámara de Diputados José Manuel del Río Virgen encarcelado por una falsa acusación de homicidio.
Y a eso se suma que se ha hecho público que Arturo Quintanilla Hayek, el compadre de Nahle propietario de Grupo Huerta Madre, ha sido favorecido con contratos por adjudicación directa por miles de millones de pesos para la construcción de la refinería de Dos Bocas en Tabasco y otras obras de gobierno.
A través de una invitación restringida, se le otorgó al compadre de la secretaría de Energía un contrato por cuatro mil 968 millones de pesos para acondicionar los terrenos de la refinería de Dos Bocas y si bien Nahle negó la información el contrato disponible públicamente mostraba la adjudicación al consorcio conformado por Van Oord de México y Grupo Huerta Madre, a pesar de que esta empresa se creó apenas semana antes de participar en el proceso de contratación y no tenía experiencia en el sector petrolero. A esto se atribuye que no sean satisfactorias las obras de pilotaje del terrero y que se presenten inundaciones en Dos Bocas.
Pero también Quintanilla Hayek, como dueño de Gravas del Sureste S.A. de C.V. recibió el pago de 305 millones 533 mil 006.47 pesos para reforzar el Puerto Comercial de Salina Cruz, Oaxaca, obra que deberá estar lista para diciembre de 2022.
El caso es que los contratos para el suertudo compadre de Rocío Nahle y la escandalosa gestión de Cuitláhuac García han encendido los focos rojos en la 4T, pues si bien Andrés Manuel López Obrador mantiene firme el apoyo público a su gabinete y sus gobernadores se cuenta que el Presidente ha tronado contra éstos por sus excesos, a grado tal que se considera que haya otros jugadores para la postulación de Morena a la gubernatura de Veracruz.
Afirman que se tiene claridad en Palacio Nacional de la importancia de Veracruz como el tercer estado con mayor número de electores en el país y no están dispuestos a un descalabro en esa entidad en las elecciones de 2024. Así que las cosas se ponen interesantes en el Golfo y muy dudosas para las aspiraciones de la zacatecana Rocío Nahle a hacerse de la gubernatura veracruzana.
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